EPIFANIO EN CAFÉ HOMERO, de y por Ariel Corbat (videos).




EPIFANIO EN CAFÉ HOMERO

(A tío Antonio)

Desplegado el gran manto del Joyero
le cayó un diamante a Palermo Viejo,
donde las voces son fuego y misterio
porque los tangos invocan a Homero.
Cerca de las cuatro, al terminar la función,
replicaban los aplausos inundando la Cabrera.

Noche de revelación, que no quiso ser otra noche más,
algo andaba de ronda ensanchando la emoción.
Cuando Epifanio salió de Homero se arrodilló en la vereda.
La luna en los adoquines era una luz celestial.

Abrió los brazos de par en par,
tan borracho en la verdad
que vertiendo lágrimas de felicidad,
él, conocedor de todos los infiernos,
alzó la vista a las estrellas
dando gracias por el Tango, esa maldita bendición,
al Diablo y a Dios.

Y fue ahí, ahí mismo, que algo le respondió.
Vaya uno a saber si Dios, el Diablo o el Tango…

Vaya uno a saber…

La gracia de un don concedida,
la esperanza y la alegría,
su fe ciega en el sentido de la vida.
¡Ah! Mirá que, aunque jodida, es linda la vida.

Se puso en pie y empezó a correr,
riendo, saltando, girando
abrazándose a cualquiera,
zigzagueando el empedrado
gritando, casi cantando:

¡Bandoneones!
En el cielo
lo que hay son:
¡Bandoneones!

Bandoneones de escenario,
consagrados por aplausos.
Bandoneones, los del barrio,
en el patio solitario
de una casa en Paraná
a la sombra de la palta,
o el parral, de acá nomás.
Los de teclas afinadas,
los de pifias sin orquestas,
los del whisky y los del mate,
los de noche y madrugada,
mediodía, tarde y siempre…

¡Bandoneones, papá!
Bandoneones
Negros, blancos, de colores
Bandoneones.

¡Bandoneones!
En el cielo
lo que hay son:
¡Bandoneones!

Repetía inspirado
y religioso en su fervor,
con ojos desorbitados
de loco traspapelado
entre poemas de Ferrer.

¡Bandoneones!
En el cielo
lo que hay son:
¡Bandoneones!

¿Cómo no van a ser bandoneones?
Un pedacito del cielo en la tierra,
la mística del dos por cuatro,
redención de un alma en pena
y suspiro de paz en la guerra.

¡Bandoneones, doña!
Bandoneones…
¡Bandoneones!
En el cielo
Lo que hay son:
¡Bandoneones!

Tango: ¡Bendecida maldición!
A los gritos, exaltado,
insistía en el pregón
que no hay ángeles con arpas
ni querubines con flautas…

¡Qué va a haber!

¡El Reino entero es del bandoneón!
Y lo que insuflan los fueyes
es el aliento de Dios.

Por eso el Diablo, a fuerza de Tango
es un poco más ángel,
y un poco menos diablo,
cuando silba en dos por cuatro
secundando un bandoneón.

¡Bandoneones!
En el cielo
Lo que hay son:
¡Bandoneones!
¿Entendés?
¡Bandoneones, fierita!
Bandoneones…

Bandoneones, sí
Bandoneones ¿Qué más?

¡Bandoneones!
En el cielo
lo que hay son:
¡Bandoneones!

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.


Recitado original Octubre 2008:



FRAGMENTO DE 
"LA PROCESIÓN DEL BANDONEÓN BLANCO"

Escena del corto filmado por Jennie Gubner en 2012 y que publicó en 2014: THE PROCESSION OF DE WHITE BANDONEON. Fue en EL FARO cuando, acompañado por Leonel Gasso improvisando en el Bandoneón Blanco del Negro Rubén Juárez, leí palabras que había escrito allá por el 2008. El que sigue es ese fragmento del corto, que es también un fragmento de la letra.






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